FRENTE DE ESTUDIANTES DEMOCRÁTICOS.
Compañeros Estudiantes:
Cierto es que en otras épocas nuestro
país ha vivido situaciones sociopolíticas como la actual, cuando se agudiza el
consumo de drogas diversas, crece el consumo de alcohol, se incrementa el
número de suicidios y aumenta la delincuencia, el narcotráfico, el desempleo,
la deserción escolar, la desintegración familiar, la prostitución ambisexual,
la corrupción gubernamental, etc. etc., pero nunca en las dimensiones que se
alcanzan actualmente. Es fácil decir que han muerto 60 000 personas directa o indirectamente por
la supuesta “Guerra al Narcotráfico y Crimen Organizado”, pero los estadistas
olvidan decirnos las cantidades de vidas perdidas por el hambre, por la pobreza
y las situaciones que origina. ¿Cuántas personas han muerto al intentar cruzar la
frontera a Estados Unidos?, ¿cuántos compatriotas murieron como “soldiers” o
“rangers” en otros países, defendiendo una “patria” que no es la suya? ¿y los
niños quemados en Sonora? ¿y los niños muertos por el frío invernal en
Chihuahua y Durango (y el Estado de México, Guerrero y Oaxaca?) ¿y los niños
muertos por deshidratación en Sonora, Sinaloa, Coahuila, etc.? ¿y los niños
muertos llamados “en situación especial” o “niños de la calle” en la ciudad de
México, Guadalajara, Monterrey, Jalapa, Villahermosa (sumar 27 ciudades
capital)? ¿y los niños muertos por la “guerra de baja intensidad” en Ocosingo,
Zinacantan, Motozintla, Tlapa, Ciudad Juárez, Cherán, Apatzingán, contra la
supuesta y fantasmal “guerrilla de los pobres”? No son 60 000 los muertos son muchos
cientos de miles más. Pero lo más lamentable somos los de antemano sentenciados
a muerte, los que tenemos que vivir en las mismas condiciones de los que
murieron antes, los que tienen que laborar 8 horas diarias en peligro laboral,
a los que no cambiara su vivienda para el próximo invierno, o en esta temporada
de seca, con el calor “alarmante de 45 grados” y sin agua potable (seris,
pimas, yaquis, mayos, pames, etc.), los que aun conociendo enfrentarán a la
muerte al tratar de cruzar como indocumentados el territorio mexicano y llegar
a la frontera gringa, y muchas situaciones más, pero quiénes hemos decidido
organizarnos para defendernos somos por hoy, el sector que el Estado
Capitalista Mexicano y Estadounidense tiene en la lista porque somos para ellos
realmente “la delincuencia organizada”. Son entonces cientos de miles nuestros
muertos que tiene en deuda el gobierno y sus aliados.
En nuestras aulas los maestros, o
catedráticos nos enseñan diversas teorías sociológicas. Algunas nos muestran a
una sociedad pujante y progresista, nos muestran métodos y técnicas de “libre
competencia” y nos dicen que los mejor
preparados intelectualmente tendrán mayor posibilidad de enfrentar el reto de
la vida, nos argumentan esta es la sociedad mas hermosa que la sociedad ha
vivido: con diversión, desarrollo, que el hombre ha dominado a la Naturaleza y
la tiene a su disposición. Pero todos esos argumentos son falsos, simplemente
los problemas sociales que tenemos hoy son muestra de una sociedad enferma. Lo
cierto es que sí, mucha gente vive bien, hasta con lujos: automóvil propio,
vivienda propia y amplia, con suficiente energía eléctrica (o solar, eólica e
incluso nuclear), con calefacción para el invierno o gran alberca para el
intenso calor, viandas suficientes hasta para derrochar, servidumbre hasta para
lavarles los pies, pero es la vida de unos cuantos. La inmensa mayoría de los
mexicanos tenemos que trabajar para mal comer, mal vestir o malvivir (de ahí la
palabra “malviviente”), esperamos al invierno o al verano en las mismas
condiciones. Sabemos que muchos de nuestros hijos tendrán que abandonar sus
estudios para ganarse la vida en la parcela, en el taller, en los cruceros o en
las grandes mansiones como sirvientes: lavanderas, aseadoras, cargadores, meseros,
sicarios, guardaespaldas, etc.
El estado capitalista y su gobierno sabe
que de 130 millones de mexicanos, si acaso un millón, pertenecen a la clase
privilegiada, los 129 restantes son obreros, jornaleros agrícolas, desempleados
o subempleados, pequeños comerciantes (tianguistas, electricistas, yeseros,
albañiles, soldadores, taqueros, torteros, tamaleros), a los que Vicente Fox
los catalogo como “microempresarios”, también hay boxeadores, policías,
soldados, carteristas, coyotes, burreros, etc. etc. pero también estamos una
gran cantidad de estudiantes que estamos preparándonos “para la vida” algún día
seremos empleados, del capital o del trabajo. Hay estudiantes a quiénes sus
maestros les enseñan que hay otra vida, la vida que la sociedad tuvo hace miles
de años, una vida de colectividad, de comunión, de ayuda solidaria y cuyo
regreso es posible. Nos enseñan que no es cierto que esta sea la mejor
sociedad, en la que el individuo es lo más importante, existe la contraria
donde la sociedad es primero que el individuo.
Nosotros los estudiantes tenemos la
posibilidad de integrarnos a la Clase Trabajadora para orientarles con nuestros
conocimientos no solo para lograr alguna compensación muy usual en los
gobiernos asistencialistas, corporativistas o coptadores, sino para organizarse
y luchar por una vida verdaderamente digna. Muchos de nosotros, al terminar
nuestros estudios debemos de ir a los pueblos pobres, a las fábricas, a las
colonias populares y formar grupos de estudio para que la gente humilde se
prepare, pero antes nos debemos de organizar para evitar más atropellos del
gobierno y su policía o ejército federal pues es de sobra conocida la actitud
agresiva e intimidatoria de los grupos armados cuya función es cuidar los
intereses de la Clase Capitalista. No es de gratis que en los últimos años el
gobierno federal ha invertido gran cantidad de recursos económicos en armamento
ligero que le permite entrar a las comunidades que ellos llaman “focos rojos”.
Debemos ser muy cuidadosos en las actividades pues tanto los gobiernos priístas
como los panistas ya dieron clara muestra de lo que son capaces (y no porque
seamos amarillos). A los primeros les debemos genocidios directos a los
ferrocarrileros, maestros democráticos, tranviarios, entre 1940 y 1960, y en
1968 la muy conocida masacre de estudiantes en Tlatelolco y en 1971 alrededor
de lo que hoy es las estaciones del metro San Cosme, Normal, Popotla y otras
calles cercanas. Los gobiernos priístas de los 70s., 80s. y 90s. del siglo
pasado se encargaron de asesinar a los dirigentes sociales que se les oponían y
los gobiernos panistas llevan “60 000 muertitos y muertitas”. Es necesario
reconocer que no es suficiente con la buena voluntad de Andrés Manuel López
Obrador para crear la “sociedad amorosa”, pero de quedar él, posiblemente se
aminore la situación de “terrorismo de Estado” que estamos viviendo y estemos
en paz un tiempo. Pero es indudable que para construir una sociedad justa, hace
falta mucho mas que llegar a la presidencia de la República.
Por hoy, el Frente de Estudiantes Democráticos sale a luz del día para
presentar una propuesta de lucha social, no somos los únicos, hay mas y debe
haber mas intentos de coordinar los esfuerzos del sector estudiantil en bien de
la sociedad mexicana. Invitamos a los estudiantes democráticos a conocer
nuestras propuestas y a unirnos para defendernos de los ataques posibles.
A T E N T A M E N T E
COMISIÓN DE REDACCIÓN Y DIFUSIÓN
RESPONSABLE: Héctor Dávalos Gutiérrez
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