viernes, 8 de junio de 2012

NUESTRA VISIÓN... Y MISION


FRENTE DE ESTUDIANTES DEMOCRÁTICOS.
        Compañeros Estudiantes:
        Cierto es que en otras épocas nuestro país ha vivido situaciones sociopolíticas como la actual, cuando se agudiza el consumo de drogas diversas, crece el consumo de alcohol, se incrementa el número de suicidios y aumenta la delincuencia, el narcotráfico, el desempleo, la deserción escolar, la desintegración familiar, la prostitución ambisexual, la corrupción gubernamental, etc. etc., pero nunca en las dimensiones que se alcanzan actualmente. Es fácil decir que han muerto  60 000 personas directa o indirectamente por la supuesta “Guerra al Narcotráfico y Crimen Organizado”, pero los estadistas olvidan decirnos las cantidades de vidas perdidas por el hambre, por la pobreza y las situaciones que origina. ¿Cuántas personas han muerto al intentar cruzar la frontera a Estados Unidos?, ¿cuántos compatriotas murieron como “soldiers” o “rangers” en otros países, defendiendo una “patria” que no es la suya? ¿y los niños quemados en Sonora? ¿y los niños muertos por el frío invernal en Chihuahua y Durango (y el Estado de México, Guerrero y Oaxaca?) ¿y los niños muertos por deshidratación en Sonora, Sinaloa, Coahuila, etc.? ¿y los niños muertos llamados “en situación especial” o “niños de la calle” en la ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Jalapa, Villahermosa (sumar 27 ciudades capital)? ¿y los niños muertos por la “guerra de baja intensidad” en Ocosingo, Zinacantan, Motozintla, Tlapa, Ciudad Juárez, Cherán, Apatzingán, contra la supuesta y fantasmal “guerrilla de los pobres”? No son 60 000 los muertos son muchos cientos de miles más. Pero lo más lamentable somos los de antemano sentenciados a muerte, los que tenemos que vivir en las mismas condiciones de los que murieron antes, los que tienen que laborar 8 horas diarias en peligro laboral, a los que no cambiara su vivienda para el próximo invierno, o en esta temporada de seca, con el calor “alarmante de 45 grados” y sin agua potable (seris, pimas, yaquis, mayos, pames, etc.), los que aun conociendo enfrentarán a la muerte al tratar de cruzar como indocumentados el territorio mexicano y llegar a la frontera gringa, y muchas situaciones más, pero quiénes hemos decidido organizarnos para defendernos somos por hoy, el sector que el Estado Capitalista Mexicano y Estadounidense tiene en la lista porque somos para ellos realmente “la delincuencia organizada”. Son entonces cientos de miles nuestros muertos que tiene en deuda el gobierno y sus aliados.
       En nuestras aulas los maestros, o catedráticos nos enseñan diversas teorías sociológicas. Algunas nos muestran a una sociedad pujante y progresista, nos muestran métodos y técnicas de “libre competencia” y nos dicen que  los mejor preparados intelectualmente tendrán mayor posibilidad de enfrentar el reto de la vida, nos argumentan esta es la sociedad mas hermosa que la sociedad ha vivido: con diversión, desarrollo, que el hombre ha dominado a la Naturaleza y la tiene a su disposición. Pero todos esos argumentos son falsos, simplemente los problemas sociales que tenemos hoy son muestra de una sociedad enferma. Lo cierto es que sí, mucha gente vive bien, hasta con lujos: automóvil propio, vivienda propia y amplia, con suficiente energía eléctrica (o solar, eólica e incluso nuclear), con calefacción para el invierno o gran alberca para el intenso calor, viandas suficientes hasta para derrochar, servidumbre hasta para lavarles los pies, pero es la vida de unos cuantos. La inmensa mayoría de los mexicanos tenemos que trabajar para mal comer, mal vestir o malvivir (de ahí la palabra “malviviente”), esperamos al invierno o al verano en las mismas condiciones. Sabemos que muchos de nuestros hijos tendrán que abandonar sus estudios para ganarse la vida en la parcela, en el taller, en los cruceros o en las grandes mansiones como sirvientes: lavanderas, aseadoras, cargadores, meseros, sicarios, guardaespaldas, etc.
      El estado capitalista y su gobierno sabe que de 130 millones de mexicanos, si acaso un millón, pertenecen a la clase privilegiada, los 129 restantes son obreros, jornaleros agrícolas, desempleados o subempleados, pequeños comerciantes (tianguistas, electricistas, yeseros, albañiles, soldadores, taqueros, torteros, tamaleros), a los que Vicente Fox los catalogo como “microempresarios”, también hay boxeadores, policías, soldados, carteristas, coyotes, burreros, etc. etc. pero también estamos una gran cantidad de estudiantes que estamos preparándonos “para la vida” algún día seremos empleados, del capital o del trabajo. Hay estudiantes a quiénes sus maestros les enseñan que hay otra vida, la vida que la sociedad tuvo hace miles de años, una vida de colectividad, de comunión, de ayuda solidaria y cuyo regreso es posible. Nos enseñan que no es cierto que esta sea la mejor sociedad, en la que el individuo es lo más importante, existe la contraria donde la sociedad es primero que el individuo.
     Nosotros los estudiantes tenemos la posibilidad de integrarnos a la Clase Trabajadora para orientarles con nuestros conocimientos no solo para lograr alguna compensación muy usual en los gobiernos asistencialistas, corporativistas o coptadores, sino para organizarse y luchar por una vida verdaderamente digna. Muchos de nosotros, al terminar nuestros estudios debemos de ir a los pueblos pobres, a las fábricas, a las colonias populares y formar grupos de estudio para que la gente humilde se prepare, pero antes nos debemos de organizar para evitar más atropellos del gobierno y su policía o ejército federal pues es de sobra conocida la actitud agresiva e intimidatoria de los grupos armados cuya función es cuidar los intereses de la Clase Capitalista. No es de gratis que en los últimos años el gobierno federal ha invertido gran cantidad de recursos económicos en armamento ligero que le permite entrar a las comunidades que ellos llaman “focos rojos”. Debemos ser muy cuidadosos en las actividades pues tanto los gobiernos priístas como los panistas ya dieron clara muestra de lo que son capaces (y no porque seamos amarillos). A los primeros les debemos genocidios directos a los ferrocarrileros, maestros democráticos, tranviarios, entre 1940 y 1960, y en 1968 la muy conocida masacre de estudiantes en Tlatelolco y en 1971 alrededor de lo que hoy es las estaciones del metro San Cosme, Normal, Popotla y otras calles cercanas. Los gobiernos priístas de los 70s., 80s. y 90s. del siglo pasado se encargaron de asesinar a los dirigentes sociales que se les oponían y los gobiernos panistas llevan “60 000 muertitos y muertitas”. Es necesario reconocer que no es suficiente con la buena voluntad de Andrés Manuel López Obrador para crear la “sociedad amorosa”, pero de quedar él, posiblemente se aminore la situación de “terrorismo de Estado” que estamos viviendo y estemos en paz un tiempo. Pero es indudable que para construir una sociedad justa, hace falta mucho mas que llegar a la presidencia de la República.
     Por hoy, el Frente de Estudiantes Democráticos sale a luz del día para presentar una propuesta de lucha social, no somos los únicos, hay mas y debe haber mas intentos de coordinar los esfuerzos del sector estudiantil en bien de la sociedad mexicana. Invitamos a los estudiantes democráticos a conocer nuestras propuestas y a unirnos para defendernos de los ataques posibles.             
  
A  T  E  N  T  A  M  E  N  T  E
COMISIÓN DE REDACCIÓN Y DIFUSIÓN
 RESPONSABLE: Héctor Dávalos Gutiérrez


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